miércoles, 9 de diciembre de 2009

Lipotimia

Según la Real Academia de la Lengua Española en su vigésima segunda edición, lipotimia es: "pérdida súbita y pasajera del sentido y del movimiento". He llegado a pensar que vivo en un lipotimia continua.

La día comenzaba con la búsqueda del móvil para poder apagar el despertador, creo que debo de cambiar de música y a partir de ahora me pondré la banda sonora de Rocky, así que en la mesita de noche, además de las gafas y el libro de costumbre, dejaré una sudadera gris con capucha y unas escaleras, si puede ser con buenas vistas que eso anima más.

Dejando los minutos pasar tras la llamada de mi madre decidí que había que ser valiente y destaparse de una vez. De repente todo mi cuerpo se sintió como en un cubito de hielo, menos la mano derecha que seguía debajo de la almohada. Comenzaron los aseos rutinarios y la verdad que en verano son más placenteros, ahora mismo sentarse en la taza del váter regenera toda la circulación de cintura para abajo. Creo que a mi váter lo deberían fichar para un tratamiento de belleza, por lo menos del pueblo, ya me lo estoy imaginando: en la peluqueria de la Mari de la calle de al lado hacen tratamientos en el culo al sentarse en la taza del váter de la nieta de Manolito...

El caso es que comenzó otra odisea, esta vez mi madre y yo decíamos irnos a la Córdoba, por supuesto en el autobús, volvía con mis queridos viejitos acosadores subidores de la autoestima y de peculiar olor. Para el disgusto de mi autoestima no había viejitos...estarían cobrando la pensión.

Llegamos a la cuidad, la mañana discurrió con normalidad, de una tienda a otra, hablando de una cosa y otra. Llegó la hora de comer y decidimos irnos a por una tapitas, me comenzaba a sentir algo indispuesta, hice que mi madre pidiera la cuenta, salí del lugar corriendo y susurrando, creo, me mareo, me mareo...horrible sensación una vez más.

Comenzó la lucha de mi cuerpo que horas antes pensaba en poner la banda sonora de Rocky para que la tensión subiera, recuperar el calor del cuerpo y como dice la RAE el sentido y el movimiento. (Siempre que pienso en estas cosas me imagino los dibujos de la serie del cuerpo humano)

Tendida en un portal y tapada por el abrigo de mi madre sentía como me iba apagando mientras el dolor punzante me recordaba que estaba más viva que nunca. El portero del edificio nos abrió la puerta amablemente pensado que eremos jóvenes modernos, ya que los jóvenes hoy en día se sientan en los portales, yo creo que es porque no hay demasiados bancos, así que no sé cómo pero llegué a unos sillones que tenían allí.

Una señora espera al dentista mientras le explicaba a mi madre asustada, agobiada y nerviosa pero por fuera segura, tranquila y cuidadosa, que la lipotimia se la conoce como la "muerte pequeña"(se lo tendré que notificar a la RAE para que lo incluya en la definición). Lo escuché, escuché las palabras de la señora y no me salían las palabras pero sé que para mis adentros pensé: "pedazo de hija de puta". Tampoco pude ver la cara de mi madre pero seguro que de tensión y mirada firme a la mujer.

Mi madre corrió a la farmacia y por unos segundos me dejó a solas con la mujer en busca del dentista, hablaba y hablaba y yo escuchaba: bla, bla, bla, bla...realmente, estaba pensado que a esa señora le vendría bien lo de la regeneración del culo de mi váter.

LLegaron los medicamentos y mi madre, al rato recuperada y vuelta a la calle, ella quería llevarme al medico yo me negaba, ya me encontraba en perfectas condiciones para hacer las últimas compras y volver a casa.

Mi madre atenta a mis pasos durante toda la tarde pero a medida que iban pasando las horas se le iba pasando la preocupación y comenzábamos a reirnos de la mujer del dentista y de lo borde que soy cuando me pongo mala.

Cuando llegamos al pueblo nos encontramos con mi padre esperándonos en la parada como si de un jovenzuelo moderno, pero sin portales donde sentarse, esperando a su chica se tratese. Mi madre feliz por esta inesperada sorpresa, mi padre feliz por sorprender a mi madre y yo pensando en que vivo una vida donde ni el movimiento es mio, ni el sentido, puesto que el otro día mi padre me dió una brújula y me perdí por mi casa.

Vivo en una completa lipotimia.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Mamá Pato


Cuando llegas a un sitio nuevo te sientes más cerca de la sensación que pueden tener los bebés; por ejemplo cuando ven a un perro, solo que en la mayoría de los casos no se suele babear, hacer ruidos incomprensibles y una vez que se toma contacto con la cosa, no se suele repetir de forma seguida y sin sentido el nombre o ruido que hace nuestro nuevo descubrimiento.


Bueno, aunque a veces es discutible, solo hay que observar a un hombre viendo un partido de fútbol, da igual el lugar, nos encontramos con: ruidos incomprensibles, boca abierta con diversas precipitaciones y por supuesto, si es gol, repetición seguida de la palabra "¡¡GOL GOL GOL GOOOL!!"


Pero no se crean que las mujeres nos escapamos solo hay que vernos en posición de pedir un cerveza al camarero del pub de turno, con voz agradable y sensual mientras entre la falda, los tacones, el pelo y el escote no cobran vida e intentan ser libres, más el humo, la música a todo volumen, todo intentando que no sea obvio lo evidente y es que hemos estado siguiendo los pasos del muchacho como si de mamá pato se tratase, además de hacernos las interesantes e inteligentes, no somos mujeres objeto... (¿Qué tendrán los camareros?)

No quiero jugar con el estereotipo de hombre y mujeres, de sobra sé que hay chicos que también van detrás del camarero... lo peor es descubrir que "Mamá pato" decide esquivar a sus crías como en una conversación de Pepito piscinas y conocer directamente a Pepito...la ilusión de esa noche deshecha. Menos mal que están las amigas que te ponen a la cola de otro camarero.
Sin saber que a ese le va también Pepito, pero es un buen entretenimiento, los camareros son el fútbol de las mujeres, un gran deporte.

Por todos los periodos vacacionales pensando en la "Mamá pato" del chiringuito, pub, discoteca de turno. No hubiese sido lo mismo.

Gracias amigas