Toca ir a la universidad; eso supone subir a un "camión", bueno primero pararlo y si quiere parar subir, cuando se sube, si se puede, tomar asiento, sino me dispondré a imaginar que estoy en unas de esas bananas de playa claro que sin chaleco salvavidas; si llueve otra vez como lo ha hecho me lo pensaré.
Los camiones en México deberían incorporar un libro de instrucciones o bien para mejorar la imagen unas azafatas que expliquen los riesgos de subir a uno de estos. No recomendado para personas con dolores de espalda, problemas de corazón, hipertensos, mujeres embarazadas, ancianos con bastón o jóvenes con tanga, porque quién sabe donde acabaran estos dos últimas cosas, sin duda muy al fondo de donde sea.
Entro a la universidad con toda la naturalidad posible después de acomodar mis zapatos y haber crujido mis rodillas al saltar del autobús a la calle, es lo que tiene la edad, te empiezan a crujir partes del cuerpo que ni siquiera pensabas que tenías o bien un simple saltito hace que la espalda de un tirón y me recuerde las espaldas chinas de mi padre, quien pillara ahora la bolsita caliente de huesos de cerezas. Menos mal que no me he encontrado a ancianos con bastón, no sé que hubiera sido de su bastón y si serán tan acosadores, subidores de autoestima y de peculiar olor como los de los autobuses españoles...
Una de las mejores cosas de ir a la universidad son los desayunos y más cuando, como buena estudiante, a la nevera le queda el medio limón que según yo absorbe los malos olores, estos irremediables cuando se te olvida que metiste pescado dentro...ni los súperlimones de la Chacha Naza hubieran podido con esto.
Después de las clases y con el sol absorbiendo la poca agua que me queda, porque los garrafones de veinte kilos o los sube alguien o me basta con las botellitas de como mucho litro y medio para hidratarme, me voy a casa; ahora caminando ya que es cuesta abajo y si para arriba el camión me parecía una banana de playa para abajo seria lo mismo pero teniendo como conductor a Bob Esponja.
Mejor caminar.
Lo de las camaras será por la omnisciencia, jejeje digo, alguna ayuda ha de necesitar.
ResponderEliminarUn trozo de carbón natural ayuda a eliminar esos malos olores en la "nevera".
Eso de una universidad catolica, apostolica y remona no me late mucho; la educación debe ser laica, pero en fin de algo ayuda.
Apoyo lo de las azafatas en el transporte publico :P, aunque no en todo México es igual.
Saludos desde el defectuoso
Algún truco tenía que tener...supongo que lo del limón es costumbre familiar, cosas de casa. Pero la verdad que si meto un trozo de carbón natural puede que un desfallecimiento por comer algo de chocolate y ser tan floja que no quiera bajar a la tienda, lo confunda con este y me convierta en el perrito momificado que vi en las minas de Guanajuato..(0bviamente no me voy a convertir en perro...creo)
ResponderEliminarYo también apoyo la educación laica, me choca por que siempre he estudiado en sitios así y ahora de repente tanto cristo...algunas veces imagino que se quita los clavos se pone unos pantalones y le dice al profesor: "es usted demasiado aburrido, me voy"
Vamos a plantearle lo de las azafatas a Calderón!
Ya te sigo en El defectuso.
Muy entretenida la narración y mejor las descripciones, me has alegrado mi noche que va a ser larga. Excelente idea lo de los instructivos.
ResponderEliminarTambién estoy en contra de las escuelas religiosas, por eso dicen "... has de tener lo que no has de querer". Hay que tratar de no mirar al Jesús de la pared que nos recuerda dónde estamos.
Gracias Cuauht!! Si te sirve de consuelo mi noche sera también larga...hay que estudiar pues estudiamos, claro que no sería lo mismo si lo hacemos minimo dos semanas antes, nos gusta la adrenalina y lo hacemos un par de dias antes. No lo podemos remediar.
ResponderEliminarMejor le prondré un antifaz al cristo para que no nos vea con esos "sin ojos" y unos tapones en los oidos...ÁNIMO!!