jueves, 12 de noviembre de 2009

El mono viajero


Después de Londres se queda el mono del viajero, tanto ir y venir durante casi una semana que ahora opto por la aventura de irme al pueblo de al lado todos los días.

Creedme, es toda una odisea: lo primero es que el autobús llegue, si llega por supuesto no será puntual, lo hará o antes o después. Después las paradas y por supuesto los abuelillos acosadores con preguntas que no se acercan a las del cercanias pero por lo menos dan un punto de chispa.

Me tengo que reir, aunque el olor fuerte y peculiar del viejito hace lo que le gustaría a él y se me cuela por todos lados hasta que llego a casa y me doy una buena ducha, aún así lo sigo sintiendo.

Supongo que a mi mono le desvío un poco la atención, porque con esto de la crisis no se le puede alimentar muy bien, lo llevo con correa y bozal, no sea que se me ponga tonto y haga una de las suyas.

Así que de repente vuelvo donde estaba hace una semana, ahora ya con mi abuela al lado y comiéndose un yogurt de limón, por supuesto, que el otro día le di uno de macedonia y me lo estuvo recordando todo el día. Mejor la próxima vez no equivocarse.

2 comentarios:

  1. ¿Te has comprado un mono en Londres? ¿Dónde los venden que yo no vi al tío que los vendía? Ay, ay, ay, ay... qué cosas. Bueno, mejor que no me lo comprara... no le hubiera podido mantener...

    ¿Cómo va la bufanda? Jajaja...

    Yo tampoco entiendo cómo vas descalza por la casa con el frío que hace.

    P.D.: Si te sirve de consuelo, yo también me resfrío con sólo salir de casa, ¡incluso con tender ropa!

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  2. jajajajaj!! Al final ni bufanda ni nada, la verdad que Londres me sentó de lujo. Claro el mono lo traje desde Gibraltar! jajaj

    La verdad que entre la piscina y el gym mis virus estan ocupados! jajajaj

    El otro dia me encontré con tus padres, estan muy guapos!! Sip sip sip

    Por cierto todavia no he ido a tu casa a por las fotos, la semana que viene, sin falta!!

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